
El profesor Matthew S. Kaplan, catedrático de programas intergeneracionales y envejecimiento en la Pennsylvania State University (Estados Unidos), ha publicado recientemente un extenso artículo sobre la relevancia de las conexiones intergeneracionales para enriquecer la vida familiar, las comunidades y las zonas agrícolas. El profesor Kaplan, además, ostenta el título de Embajador Intergeneracional otorgado por la Cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales de la Universidad de Granada en su primera edición.
El texto, titulado "Intergenerational connections to enrich family life, communities, and farmland", arranca con la cuestión: ¿qué es lo que transforma un espacio en un lugar con significado y conexión? Cada vez más, la respuesta reside en las relaciones que se establecen entre generaciones. En la agricultura, donde los lazos entre las personas y la tierra son muy profundos, estas conexiones enriquecen la vida familiar, fortalecen la comunidad y apoyan la gestión sostenible de las tierras agrícolas a largo plazo.
En el contexto agrícola, las estrategias intergeneracionales ayudan a vincular las experiencias pasadas con las realidades presentes y las aspiraciones futuras. Conectan a personas de diferentes edades, al tiempo que tienden puentes entre ideas, habilidades, valores y visiones que evolucionan con el tiempo. La sostenibilidad a largo plazo de las tierras agrícolas depende no solo de las prácticas de conservación, sino también de las transiciones generacionales en cuanto a la propiedad, los conocimientos y el cuidado. Las estrategias intergeneracionales pueden ayudar a fomentar el compromiso de las próximas generaciones mediante programas de mentorización, la planificación colaborativa del uso del suelo y estructuras de liderazgo compartidas que hagan hincapié en la equidad y la inclusión.
El profesor Kaplan hace alusión a un ejemplo conmovedor que conoció en España, en el municipio de Jarandilla de la Vera (Cáceres), durante su estancia como parte del curso “Global Perspectives for Intergenerational Living & Learning”. Allí, estudiantes de secundaria y residentes de una residencia de personas mayores local se reunieron para plantar un árbol conmemorativo detrás del edificio. El proyecto rindió homenaje a los residentes que habían fallecido durante la pandemia de COVID-19, cuando se suspendieron las visitas intergeneracionales y las actividades conjuntas. Estos árboles sirven ahora como símbolos vivos tanto de la pérdida como de la conexión duradera.
El artículo al completo -redactado en inglés- puede consultarse en esta entrada de Crops & Soils, así como en este número de CSA News, ambas publicaciones de Science Societies, portal creado por The American Society of Agronomy (ASA), Crop Science Society of America (CSSA), and Soil Science Society of America (SSSA) que ofrece formación, difusión y otros recursos en agronomía, cultivos, suelos y ciencias ambientales.
Foto cortesía de Getty Images/Peter Garrard Beck.