Conferencia: "El diálogo católico-luterano. Situación actual y perspectivas de futuro"

Sáb, 25/02/2017 - 10:09
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25/02/2017
Patio del Hospital Real centrado en la vista de la torre tomada desde abajo

Dentro del ciclo “A los 500 años de la Reforma protestante: historia y perspectivas” la conferencia fue dada por José María Hernández, misionero claretiano experto en Ecumenismo y profesor de la Facultad de Teología de Granada.

La conferencia comenzó con una presentación del ponente, José María Hernández Martínez cmf, por parte de Mª Teresa García, miembro del consejo de la Cátedra de Teología. Destacó sobre todo, de este misionero claretiano y profesor de la Facultad de Teología de Granada, su fuerte compromiso con el ecumenismo, habiendo dirigido durante 11 años el secretariado de relaciones interconfesionales de la archidiócesis de Granada, miembro del comité organizador de encuentros interconfesionales de religiosos y religiosas, ponente en numerosos congresos sobre ecumenismo celebrados en España, participando como corresponsal acreditado en diversas asambleas ecuménicas tanto europeas como mundiales. En el año de la vida consagrada, 2015, fue invitado por el Vaticano a dar su testimonio personal en el encuentro interconfesional de religiosos y religiosas. Terminó diciendo que presentaba a alguien que, entendía, no solo iba a hacer una aportación académica en este ciclo sino que iba a testimoniar su profunda experiencia en el ámbito del ecumenismo.

El prof. Hernández empezó diciendo que prefería presentarse de una forma muy sencilla tomada del Génesis: “Yo soy José, vuestro hermano”, añadiendo que le podemos llamar Pepe. Pasó a comentar una imagen del Papa Francisco con el presidente de las asociaciones luteranas en el encuentro, muy fructífero y muy prometedor, mantenido en Lund (Suecia) en recuerdo de los 500 años del inicio de la Reforma. Pasó después a desarrollar la conferencia, en tres grandes partes, en las que destacó sobre todo frases que mueven a la reflexión.

Diálogo ecuménico, en general

  • “El proyecto ecuménico es una gracia del Espíritu que impulsa a las iglesias a restaurar la unidad de todos los cristianos” (CVII, “Unitatis Redintegratio”). Se trata así de un camino de todas las iglesias a la unión en Cristo, y no camino a Roma por parte de las “iglesias separadas” como durante un tiempo se pensaba. Los católicos debemos hacer así también nuestro propio camino.

  • “Unidad en lo necesario, libertad en lo opinable, caridad en todo” (CVII, a propuesta de S. Juan XXIII e inspirado en S. Agustín). Estas 11 palabras inspiran como regla de oro el camino ecuménico, de forma que la unidad no se entiende como uniformidad sino “diversidad reconciliada”.

  • “La comunión no se consigue por la reducción a un mínimo común”, renunciando cada iglesia a sus tradiciones sino más bien como intercambio de dones. Destacó como aportaciones o dones el culto a la palabra de Dios por parte de los reformados, la veneración a las imágenes y reliquias por parte de los ortodoxos y la adoración eucarística y otras formas de devoción a la eucaristía por parte de los católicos.

  • “El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad fraternal de iglesias que confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador, según el testimonio de las Escrituras y procuran responder juntas a su vocación. El fin es la gloria del Dios único, Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Este texto, tomado del Consejo Mundial de Iglesias, de confesión de fe cristológica y trinitaria y de común vocación (testimonio y servicio al mundo), puede servir como la base común necesaria para la construcción del ecumenismo. Solo desde esta base común, podemos hablar de diálogo en el seno del cristianismo.

  • Termina comentando tres imágenes relacionadas con el ecumenismo:

  1. Imagen de muchos afluentes, las distintas iglesias cristianas, que confluyen en un mismo río, Jesús (”... ut omnes sint unum ... ut cognoscat mundus ...”, Jn 17,21).

  2. Imagen de una rueda con un crismón en el centro, en la que todos los radios -las iglesias- se unen en el centro, Cristo

  3. Imagen de un poliedro irregular, puesta en circulación por el Papa Francisco para destacar la diversidad de las iglesias

Tras destacar las muchos aspectos que contempla el ecumenismo (renovación espiritual, compromiso misionero, justicia-paz, búsqueda de la verdad: diálogo teológico) destaca que la ponencia está centrada en el aspecto teológico y doctrinal (que en el CMI está representado por el movimiento “Fe y Constitución”). Entre los muchos protagonistas (papas, teólogos, obispos, laicos) comentó que el gran protagonista es todo el pueblo de Dios, que debe hacer el camino. Aunque la meta del camino la pone Dios (la unidad se dará como Él quiera y cuando Él quiera) y por tanto no está definida, se va prefigurando ya un rostro a esa unidad en los distintos encuentros. Parece que son necesarios cuanto elementos o ejes vertebradores: confesión de la fe apostólica, vida sacramental (bautismo y eucaristía), vida en común (ministerios como unidad y servicio) y misión común.

A nivel teológico ha habido que aclarar muchos temas, como la doctrina de la justificación de los luteranos o el tema de la concepción de la Iglesia, Eucaristía y bautismo, episcopado y ministerio petrino, etc. Se han añadido otros como el obstáculo del proselitismo a la misión, la bioética, la función de María (dogmas marianos), etc.

Diálogo católico-luterano

Uno de los 17 diálogos bilaterales que la Iglesia Católica mantiene oficialmente, ha producido grandes frutos a lo largo de sus cinco fases, destacando los relacionados con el evangelio, la Iglesia, el sacramento de la eucaristía y la doctrina de la justificación. Esta última descrita en un documento ratificado por el magisterio de la Iglesia y la Federación Luterana Mundial. Estos logros pueden resumirse en la frase: “Del anatema mutua al diálogo, del conflicto a la comunión”, aunque esa comunión todavía no es plena. Pasó a destacar el estado actual en el que se encuentran los temas centrales tratados en lo referente a teología y doctrina:

  1. Unidad en la fe: no hay dificultades, todas las iglesias cristianas del CMI confesamos la misma fe, cristológica-trinitaria y la fe en una iglesia que es santa, católica y apostólica, aunque la forma de concebir la pertenencia a ella varía entre las distintas iglesias.

  2. Bautismo: también hay consenso pleno con los luteranos. En virtud del bautismo vivimos en unidad, aunque no sea plena.

  3. Purificación de la memoria: Los anatemas del pasado ya no son aplicables en la actualidad. Católicos y luteranos pertenecemos a la única iglesia de Cristo. Ya no tienen vigencia las razones de las condenaciones mutuas. De mostrar primero la imágenes de condenas mutuas en el pasado, pasa luego a mostrar una imagen del Papa Francisco con una estatua de Lutero, que le regalaron unos visitantes luteranos alemanes y que colocó en el Vaticano antes de su viaje a Suecia. Destacó el documento común más reciente donde se reflejan las grandes aportaciones de Lutero, en especial, la doctrina de justificación por la fe como gracia de Dios, mensaje central de la Reforma y la prioridad de la palabra de Dios. Pasó a comentar los pilares de la Reforma (los principales solos): sola escritura, sola fe y sola gracia. Los explica mediante una imagen, que recordó fue ya mostrada por el prof. Miguel López-Guadalupe en la conferencia anterior de este mismo ciclo, donde Cristo está en el centro (sola gracia), Lutero a la derecha predica con una Biblia abierta (sola escritura) y a la izquierda los feligreses que quedan justificados por su fe (sola fe).

  4. La doctrina de la justificación por la fe: en 1999 se firmó un documento entre la iglesia católica y la Federación Luterana Mundial en la que se pone de manifiesto la creencia compartida en la doctrina de la justificación de la fe, en la que se destaca que el hombre es salvado por pura gracia de Dios, y no por méritos propios, y que como consecuencia, queda también capacitado por el Espíritu para hacer buenas obras. Esto ha producido el levantamiento de anatemas y excomuniones lanzadas por ambas partes.

  5. Tradición y Escritura: en el documento de Malta, fruto de la primera fase de este diálogo, se deja claro que escritura y tradición no se oponen, que la primera es fruto de una tradición primitiva. Y que en todo momento la Iglesia actualiza su mensaje a la luz de la Escritura bajo la guía del Espíritu Santo, lo que hace que no se pueda renunciar a la tradición. Se puede afirmar que hay unidad en una diversidad reconciliada.

  6. Eucaristía: desde el principio no era distinto en cuanto a la creencia en la presencia del cuerpo y la sangre de Cristo, aunque al expresarlo con distinto lenguaje parecía que sí. La diferencia era que para los luteranos no había sacrificio, aunque en la actualidad hay plena coincidencia en cuanto a la idea del sacrificio: Jesucristo está presente, muerto por nuestros pecados, como víctima que se entrega en sacrificio. Destacó que este sacrificio es único y suficiente para siepre, no puede ser sustituido ni renovado. En la misa no renovamos el sacrificio sino su celebración.

  7. Iglesia: hoy hay acuerdo fundamental pero no completo: “comunidad que nuestro Señor Jesucristo congrega para el anuncio del evangelio y la celebración de los sacramentos, bajo un ministerio ... Aunque seamos pecadores, la iglesia es una santa, católica y apostólica”. Quedan temas no resueltos: iglesia visible y no visible; iglesia local y universal; concepción sacramental o solo jurisdiccional del episcopado; iglesia como sacramento; ... En cuanto a la iglesia como sacramento es más bien desacuerdo lingúístico, pues les recuerda de forma explícita a mediaciones entre Cristo y nosotros, pero luego sí hablan de forma implícita de tales mediaciones.

  8. Ministerios, funciones y ordenación: Ha habido avances: “católicos y luteranos afirmamos juntos que el ministerio ha sido instituido por Dios y que es necesario para el ser de la Iglesia”. Esto es de gran importancia, se afirma que no es una mera veneración o algo funcional sino que es necesario para el ser de la iglesia. En cuanto a la ordenación, no se habla de que sea sacramento pero se le define como tal: se imponen las manos y hace falta una actuación del Espíritu (diferencias solo lingüísticas). Pero todavía hay desacuerdos. Hoy día la iglesia católica no considera nula las ordenaciones de las otras iglesias pero sí imperfectas. También hay desacuerdo entre los obispos y pastores entre distintas iglesias luteranas, en el acceso de las mujeres al sacerdocio y en el ministerio petrino.

Perspectivas de futuro

Comentó después un documento escrito por un obispo luterano y otro católico de EE. UU. sobre Iglesia, Eucarístía y ministerio, que recoge 32 acuerdos que existen en la actualidad entre católicos y luteranos en estos temas. Señala la importancia de que este documento llegara a ser refrendado por las autoridades respectivas. También que no es posible que sigamos sin poder compartir la eucaristía, pues cada vez hay más situaciones que nos congregan. En el acuerdo firmado por el presidente de la Federación Luterana Mundial y el Papa Francisco (Lund, 31 octubre 2016) señalan su compromiso en este aspecto. En cuanto al ministerio, no se dice nada pero hay gestos muy elocuentes por parte del Papa Francisco reconociendo a los primados de otras iglesias. Ya hay una comunión real, aunque no sea perfecta.

Terminó diciendo que podemos hacer mucho más de lo que hacemos y pasó luego a comentar tres documentos que hacen una valoración del ecumenismo en la actualidad (libro de Walter Kasper, en Sal Terrae, declaración de la Federación Luterana Mundial, también editado por Sal Terrae, y documento mencionado de los obispos católicos de EE. UU. y las iglesias luteranas).

Intervino de nuevo Mª Teresa González para abrir un turno de preguntas. La primera pregunta, sobre la existencia de un estudio crítico de la persona de Lutero dentro de la misma Reforma, el prof. Hernández contestó que se conoce bien su persona, por ser muy claro tanto en sus virtudes como en sus defectos. La segunda pregunta, qué pasos podemos dar los católicas, tanto desde la jerarquía como desde el laicado. Contestó el profesor que lo primero es conocer muchos de los documentos de los que ha hablado, que hasta muchos teólogos desconocen. Es un pecado que en España no hayamos divulgado la carta sobre ecumenismo. También habló de la necesidad de conversión de las iglesias de sus particularismos excluyentes. En concreto la iglesia católica debe ser consciente de que debe reformarse en cuanto (1) al concepto de la catolicidad, (2) el centralismo romano (hasta el mismo Papa lo señala), (3) el clericalismo. A nivel específico de laicos, también debemos conocer al otro y leer juntos la dolorosa historia de separación, donde en España los perdedores han sido las víctimas y por ello tenemos más responsabilidad los católicos. Denunció que siendo mayoría debemos respetar a la minoría, y no lo hacemos, no siendo por tanto ecuménicos. Comentó que en España no ha sido posible crear un consejo de iglesias, a pesar del apoyo desde el Vaticano. También hubo cierto debate sobre la razón de que la iglesia católica no permita el sacerdocio a la mujer.

Terminó Mª Teresa González anunciando la próxima conferencia del ciclo, sobre la Reforma en España, que dará Mireia Vidal i Quintero, teóloga luterana.

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