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Resumen de la Conferencia impartida por la Profesora Dª Ianire Angulo Ordarika, el pasado 15 de febrero, correspondiente al Segundo Ciclo de Conferencias del curso 2021-22. Dentro del título genérico como se denominó a este ciclo: “Cuando lo cotidiano resulta elocuente. Símbolos y Metáforas en la Biblia”.
La conferenciante disertó sobre el siguiente título:. “Tu esposo es tu Creador” (Is 54, 5 ª). Metáfora Nupcial en la Escritura.
El Director de la Cátedra abrió el acto, dando las gracias al público y a la conferenciante, destacando en su presentación algunos rasgos de su persona y trayectoria como experta “todo terreno”, con estudios bíblicos en la Universidad Pontificia de Salamanca, y en la Universidad de Comillas. Destacó entre otros méritos y experiencia académica e investigadora su tesis doctoral, centrada en los evangelios sinópticos: claves neotestamentaria.
Se inicia describiendo que el símbolo es el lenguaje del corazón, muy útil cuando las palabras se quedan cortas. No definen conceptos, pero acompañan y ayudan a entender esta particular forma de comunicación.
La escritura esta llena de datos propios del día a día y se encuentra una imagen muy trabajada, con frases como: “Iglesia esposa de Cristo”, “Dios y su pueblo”, etc.
¿Pero cómo plantear la metáfora?
Inicialmente debemos diferenciar entre metáfora y comparación. Una comparación es un medio del lenguaje para indicar que dos cosas son similares usando «como» para conectar el vocabulario, mientras que una metáfora también establece la misma semejanza pero por medio de figuras retóricas que le dan una mayor profundidad a la idea, porque se crea una imagen que todos pueden interpretar de distinta manera. Se podrían utilizar en las mismas situaciones porque prácticamente funcionan para el mismo propósito, pero también se ve que una es más simple, mientras que la otra incluso tiene otro significado entre líneas, pero es también por esta misma razón que se vuelve más sencillo saber que los distingue entre sí.
Los recursos estilísticos nos interesan como metáforas cognitivas, no se trata de un recurso estético, cita a modo de ejemplo la verticalidad y horizontalidad para expresar un estado de ánimo: “éste está por los suelos” , es en definitiva una forma de percibir la realidad, no se explicitan, ni son adornos, son formas del lenguaje para representar la realidad, éste y otros ejemplos que cita son claras metáforas cognitivas.
La Metáfora Matrimonial, la describe como un modo de comprender y percibir la relación entre Dios y un pueblo. Anunciando ya que hay momentos en los que esta figura se explicita cada vez más.
Los pueblos de oriente perciben la relación en clave cultural, asimilando las ciudades a la mujer, esta forma de percibir la realidad la detecta y cita en diversos pasajes y citas bíblicas. En las elegías, “El lamento por la caída de Jerusalém” al comienzo del Libro de las Lamentaciones, Lam 1.1., con un poema por la destrucción de Jerusalém, a la que llama “princesa”. Lo mismo señala en escritos extrabíblicos, en los que las ciudades aparecen en femenino. Al parecer según diversos autores, hay grandes similitudes entre la ciudad y la mujer; su papel protector, su preocupación por estar atendido, nutrido, etc. Hay otro elemento que les asemeja y es “poder ser conquistadas”, pero a la mujer se le humilla y destruye, incluso en muchos textos la victoria aparece con el imaginario de “violación”. Nah 3, 1.5b. Otro elemento de los pueblos de oriente es que Dios se desposa con la ciudad para crear un hogar. En la ciudad, el templo es el lugar del Dios desposado y sus habitantes son sus hijos. Un ejemplo de esta percepción se ve tras el exilio babilónico, cuando Ciro permite el regreso y la ciudad esta destruida. Is 49, 20-21. El imaginario aparece de forma muy natural.
En síntesis, la Metáfora Nupcial es fruto de la mentalidad de los pueblos de oriente para percibir la realidad. Es un proceso natural e inconsciente, que poco a poco se va desarrollando y ampliando, haciéndose cada vez más explícito. Fue Oseas el primero que de forma explícita utiliza esta metáfora matrimonial. Lv 26, 12 “Caminaré en medio de vosotros, y seré para vosotros Dios, y vosotros seréis para mi un pueblo”. Es una clara alianza, es relación y vínculo. Relación que no se debe reducir a un momento concreto, la alianza es “todo”, más que un pacto puntual. Se trata de una propiedad mutua que implica cierta exclusividad, esto es muy característico.
En la comunidad elefantina hay un documento antiguo en el que se identifica el tratado matrimonial, “Ella es mi esposa y yo su marido y a partir de hoy para siempre” Así se formalizaba jurídicamente el matrimonio, se advierte que la mujer tenía poco que decir.
La relación entre Dios y su pueblo es una relación matrimonial y necesitamos situarnos en el momento adecuado para analizar como se entiende esta relación, por tratarse de un parámetro cultural distinto. Hay un elemento clave, la consideración de las dos partes; mismas obligaciones, mismas dignidades, etc,. Pero esto es aquí, no en la antigüedad, en la que la mujer esta supeditada al varón; padre, marido, etc,. como una propiedad. Los deberes y responsabilidades son distintos; dar hijos, atender a la familia, preservar el honor del marido, su lugar es la casa. Se entiende que en el imaginario, no es una relación de iguales, pero si de amor mutuo, lo que en realidad es difícil de entender.
¿Y, en el imaginario, que es lo peor que puede hacer el pueblo?, la prostitución, el adulterio, etc,. Oseas 2,4-5, en esta fábula del divorcio, sólo la puede hacer el varón, con la idolatría (adulterio) se rompe el imaginario. Los profetas recurren mucho a este imaginario matrimonial haciéndolo cada vez más explícito. Ez 16, 15. 20-21. 28-37. Se considera que hay una gran desproporción entre lo que Dios ha hecho por ti y como respondes tu.
Además de estas imágenes negativas, los textos y el imaginario ofrecen también imágenes positivas. De hecho, el imaginario femenino esta presente de forma permanente y hay referencias al imaginario matrimonial como “salvación”. Jr 31, 3-4. Con referencias a la fiesta de la boda, con una imagen matrimonial más sutil, pero presente. De esta manera se desarrolla y amplifica cada vez más, como encontramos en el Cantar de los Cantares. A Jesús lo refiere como el novio en el imaginario del banquete nupcial.
En el nuevo testamento encontramos una imagen que pasa como desapercibida, en Mc 1,7 “Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias” En clara referencia a una ley anterior en la que la viuda pasa a vivir a la casa del marido al morir éste, en Dt 25, 8b-9 se explica lo que puede hacer la mujer cuando su cuñado no quiere admitirla Con muchas semejanzas con el libro de Rut 4,8 “El que tenía el derecho de rescate dijo a Booz: adquiérela para ti y se quitó la sandalia”. También en el evangelio de Juan habla del bautista como el amigo del novio.
Es importante comprender estos conceptos del imaginario para poder acercarnos al entendimiento matrimonial.
Termina su Conferencia la Profesora Ianire Angulo, dando las gracias y respondiendo a las preguntas que se le hicieron posteriormente.