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Resumen de la Conferencia impartida por la Profª Dª Carmen Román Martínez correspondiente al Segundo Ciclo de Conferencias del curso 2021-22. Dentro del título genérico como se denominó a este ciclo: “Cuando lo cotidiano resulta elocuente. Símbolos y Metáforas en la Biblia”.
La conferenciante disertó sobre el siguiente título:. “Sentados a la mesa: comida y comensalidad incluyente.
Hizo la presentación del acto y de la conferenciante, la Prfª Ianire Angulo Ondarika, que resaltó los aspectos de su perfíl que justificaban la disertación sobre el tema propuesto.
La Prfª C. Román, es Dra. En Teología, Periodista y especialista en el “Discernimiento sobre la figura de Juan el Bautista”. Imparte clases en la Facultad de Teología sobre Sagrada Escritura.
Comienza la charla resaltando que el lenguaje y la comida son los rasgos que más identifican una cultura, incluso nos identifica en una sociedad concreta. La experiencia de compartir la mesa nace de la necesidad de relacionarse, es la fiesta y la alegría del encuentro. Sentarnos a la mesa nos identifica.
En la Biblia se construyen unas imágenes en torno a la comensalidad, y describe alguna de ellas:
Jesús sentado con muchos.es una comida incluyente, en la que cabe todo el mundo. Surgen dos cuestiones: ¿Qué piensa el hombre bíblico al sentarse con otro?, ¿Cúal es el significado profundo de la mesa compartida: reconciliación alianza, etc.?
Comer es una práctica con sentido, es una acción propia del ser humano (ingerimos y funcionamos), nos nutrimos, es un acto diario, con algo externo a uno mismo, de esta manera el hombre descubre al comer su vulnerabilidad, necesita de otros para vivir, es una dependencia del otro, del universo.
En Gn 2, se expresa el sentido de apropiarse de algo, los árboles significan el bien y el mal. Comer la sabiduría, la palabra de Dios (Pr. 1.31:12.14;13,2;18;20) (Pr 1,31).
El alimento que expresa la comida misma es el Pan (Is 30,20). La experiencia del exilio simboliza que comerán en el destierro pan de mala calidad (Ez 4,13). Olvidarse del pan es la desgracia, porque comen pan de maldad y vino de violencia (Pr 4, 10-17) (Pr 4, 17).
Lo metafórico de comer y beber expresan felicidad y desgracia. Come pan con alegría y bebe con corazón alegre tu vino (Qo, 9,7). La máxima expresión en la sabiduría bíblica es el “Gran Banquete” (Qo 5, 17,18). Todos los días del afligido son malos, pero el del corazón alegre un banquete contínuo (Pr 15,15). Estados afectivos, sentimientos. Todo lo que brota del ser humano se expresa en el banquete.
La mesa compartida es comunión, unidad e identidad. Es sinónimo de formar parte de esa familia, el sentarse a la mesa con alguien, incluso significa algo más (cfr. 25 9,11), (cfr. 25 9,3). La mesa unifica construye. Las imágenes de los salmos identifican la familia con el gran pueblo de Israel. David y el olivo representan toda la comunidad de Israel (Sal 80; Is 17, 6). La madre de la nación (Ez 19, 10-11), el pueblo elegido (Sal 128, 6). Son signos sociales de unidad y de compartir la vida. Pero también disgregan, separan, crean diferencias por distintas razones (Sociales, económicas, religiosas, etc.).
La comensalidad es unidad e identidad. Porque definen los sentimientos de la persona que comparte la mesa, tienen lazos de unión, hay comunión y unidad. Se diferencian de los otros, los que están al margen y a su vez nos identifica como similares. El hombre bíblico al comer tiene la una conciencia social (cfr. Am 6, 4-7), la dimensión social del banquete expresa y refleja la solidaridad, la alegría, el regocijo e incluso lo religioso.
La comida en lo religioso expresa la relación con Dios. Simbolizada en el maná (cfr. Ex 16, 12.15), (Is 25, 6-8; 55, 1-4; Ez 34, 23-30). La comunión con la trascendencia se proyecta en la unidad familiar que se fortalece cuando se comparte la Comida Pascual.
Ya en el Nuevo Testamento, queda bien establecida la comensalidad del reino, como una realidad incluyente. La comensalidad expresada por Jesús transmite sus valores, identifica su identidad frente a otros grupos. Define una realidad abierta a todos, especialmente a pobres y pecadores vícctimas de la exclusión. Todo ello encaja perfectamente con el estilo de vida de Jesús.
¿Cuál es el significado cultural de la comida en el judaismo?. El judío no se podía sentar a la mesa con pecadores, esto les excluía de la comunidad y del pueblo elegido, incluso hay alimentos puros e impuros y días factibles para comer y no comer (ayuno). La comida de Jesús rompe con todo esto. (Mc 2, 18-22), Jesús termina con la situación de exclusión, el reino es un banquete que se organiza de otra manera.
Sentados a la mesa en el nuevo testamento. Lucas describe 10 escenas en las que Jesús come con la gente, 7 de ellas son exclusivas de este evangelio. Utiliza el término symposium para señalar que en la mesa hay otras personas que hablan y que enseñan. Comida en la casa de Levi (Cap. 5, 29-39). La parábola de la misericordia (Luc 15), publicanos y pecadores se acercan a El para enseñarles. Hay tres parábolas exclusivas de este evangelio; la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido, que acaban con una fiesta al aparecer cada uno de ellos. Jesús come con todo el mundo, especialmente con los excluidos.
Sentados a la mesa con los fariseos. En la mesa se respetan los valores del judaísmo. El fariseo le ruega que coma con El. (Luc 7, 36-50), entra en sábado y cura en sábado (Luc 14, 1-24). Choca la actitud de Jesús con los fariseos, Jesús presenta las alternativas del pueblo de Dios. Pasa de una reciprocidad mutua, a invitar por amor, es una invitación gratuita y ésta es la piedra de toque de Jesús.
Jesús se sienta a la mesa con los discípulos y hay tres comidas con significado y relevancia, la última cena de Jesús y dos comidas después de la resurrección (Lc 22, 14-38). Pan y vino simbolizan lo que ha sido la vida de Jesús. Con una gran lección ¿Cuál sería el mayor?, el mayor es el que sirve, el que se pone el último, el que está al servicio, el que da, el que se entrega. Por otra parte, dos comidas tras resucitar, el episodio de Emaús “ lo que les había pasado en el camino, habían reconocido al Señor en el partir el pan”. ¿Tenéis algo de comer?, le dieron pescado y comió con ellos (Lc 24, 36-52).
Enseñanzas que nos llevan a la cruz, que se interpreta a la luz del AT a la luz de la pasión y muerte de Jesús en la cruz, las comidas de Jesús son símbolos cargados de simbolismo, signos proféticos y provocadores que van acompañados de palabras que expresan la acción de Jesús.
En las comidas con los publicanos y pecadores Jesús expresa el Dios de la misericordia. En las comidas con los fariseos Jesús ha mostrado el Dios que está al servicio del ser humano. En las comidas con sus discípulos, Jesús muestra cual es el proyecto de ese Dios liberador y salvador que ha de ser compartido con todos los pueblos y naciones.
En conclusión; las comidas de Jesús denotan una amplia gama de sentidos y de significados que van más allá de los simples alimentos, que va más allá de comer y beber; en primer lugar las comidas son signos que anuncian realidades que van más allá, realidades trascendentales, como es la irrupción del reino, como el anuncio de la salvación. Por otro lado, el sentarse a la mesa de Jesús lo convierte en motivo de enseñanza, es el espacio pedagógico que utiliza Jesús para instruir a sus discípulos, y para instruir a todos aquellos que se sientan a la mesa, e incluso al margen de ella.
Más allá de las comidas del Maestro durante su ministerio público, está la actitud de Jesús, de comer o de dejar de comer, y ello refleja el proyecto y el significado del reino de Dios, de esa sociedad que Dios quiere, no solamente para su tiempo, sino para todos los tiempos, y que representa un signo de libertad para el mundo, para la sociedad de su tiempo y para el mundo de hoy. La libertad de Jesús lo llevó a romper todo tipo de cadenas, porque el hijo del hombre era y es el Señor del sábado.
El mensaje central de las acciones simbólicas de Jesús como se ha insistido tiene como tema central el reino, la presencia de Jesús en medio de su pueblo, y esto se anuncia mediante la comida del Señor con toda clase de personas, y por último la comunión, la mesa compartida con Jesús de Nazaret es una experiencia que se prolonga hasta hoy en el seno de la comunidad, que se reactualiza en la fracción del pan y que llega a ser un memorial de la presencia de Jesús, que como anfitrión parte el pan para cada discípulo del pasado y para los discípulos de todas las generaciones.
Termina la conferencia con una frase del apocalipsis dirigida a la iglesia de la odisea:
“Le dice el Señor, estoy a la puerta y llamo, si alguien me escucha y me abre entraré y cenaré con el, y el conmigo”
El enlace para oír la charla completa lo tienen en la parte superior