Recientemente nos ha dejado J., una de las personas participantes de nuestro proyecto Harmonía. J. ha sido una de las personas que llevaba en Harmonía desde casi sus inicios, allá por la época más dura de la pandemia de Covid. Ha sido una de las personas que ha dado sentido a este proyecto creado para unir mediante la amistad y el apoyo a personas de diferentes generaciones. Durante estos años ha cultivado una sincera amistad con I., quien ha querido dejar constancia de su vínculo con estas palabras:
J. nos dejó una tarde nublada de viernes, 25 de octubre. Parece que se fue como él era, de forma callada, tranquila, pausada, discreta… Aún recuerdo la primera vez que hablé con él por teléfono, en periodo de pandemia. No era muy explícito en palabras, pero nunca se retiraba sin decir “gracias”. Y, con mucha frecuencia, comenzaba preguntándome: “¿cómo estás tú?”. Cuando ya era difícil seguir esa conversación a distancia, de vez en cuando paseábamos por la residencia y no necesitábamos más que mantener alguna vez la mirada. No era preciso más. La sonrisa con la que me recibía y me despedía, compensaba la ausencia de otras expresiones. Conocíamos del otro lo justo para saber que, en muchos momentos, la sola presencia es lo que te hace sentir reconfortado. Más adelante, en la sala de la residencia, donde el tiempo se detiene y las palabras apenas fluyen, la autenticidad y el agradecimiento mutuo podían percibirse con mayor nitidez. Me quedo llena de ese sentimiento y me quedaré siempre con su sonrisa y con el cariño con el que pronunciaba mi nombre. Gracias, J., por permitirme compartir tanto durante estos últimos cuatro años de tu vida. Como te encantaban las flores, ahora sé que lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que has perdido con ella. D.E.P.
Una de las profesionales que ha compartido también varios años de relación con J. en el centro donde residía, ha dedicado igualmente unas palabras a su memoria y a la importancia de la amistad cultivada con I.:
La historia de J. es una de esas pocas que a los profesionales sanitarios siempre nos marcan y no dejan de sorprendernos. Una persona con tendencia al aislamiento, a la evitación social, desmotivado y solo, desde hace décadas y sin embargo, en pequeños momentos fugaces y en este caso, gracias a un programa hecho de corazón, por personas que se mueven por mero altruismo, hacen que una trayectoria emocional supuestamente predecible, deje de serlo. He podido ver a un J. que variaba en su lenguaje y expresión no verbal, su postura, sus gestos y sus comentarios cambiaban completamente por solo una palabra, un concepto que todo lo cambia y lo llena de sentido: LA AMISTAD. A lo largo de mi vida, y sobre todo de mi carrera, he podido observar cómo el amor incondicional hace girar una trayectoria gris. Por ello y emocionada con las palabras de I., doy las gracias al proyecto Harmonía y en particular a ella, por haberle dado a J. lo que tan pocas veces en su vida tuvo. Con todo mi agradecimiento y cariño.
Descansa en paz, J. Un cariñoso recuerdo de parte de todo el equipo del proyecto Harmonía y de la Cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales.
